Friday, June 30, 2006

Nueve Reinas están de duelo en Argentina

En aquellos días en que al otro lado de la cordillera se lamentaban por la derrota de la selección trasandina en el mundial de Alemania, se confirmaba también la trágica información de que el cineasta Fabián Bielinsky había fallecido.
La madrugada del pasado jueves 29 de junio, Bielinsky fue hallado muerto producto de un infarto, en un hotel de Sao Paulo, Brasil, lugar en donde se encontraba haciendo un casting para un spot publicitario.
Fabián Bielinsky se alzó a la fama en el año 2000 con el estreno de su ópera prima “Nueve Reinas”. Protagonizada por Ricardo Darín y Gastón Pauls, esta película narraba las andanzas por Buenos Aires de dos ladrones ingeniosos y con métodos bastante particulares, que iban desde hacerse pasar por policías, hasta preguntar citófono por citófono por una tía, hasta que cayera una bonachona señora reconociendo a un falso sobrino.
La cinta se convirtió de inmediato en un éxito de taquilla en Argentina y fue aumentando su fama de manera avasalladora, llegando incluso a posicionarse sólidamente en el exterior. En España estuvo alrededor de un año en cartelera, mientras que en Estados Unidos recaudó más de un millón de dólares. Datos como estos, fueron la base del interés que hubo de diversas productoras internacionales para comprar los derechos del filme y hacer una versión con actores más conocidos y con un presupuesto más grande. Fue la productora de George Clooney, Section Eight, la que finalmente obtuvo los derechos en el año 2002, para hacer un remake de “Nueve Reinas”. Y el resultado fue la película “Criminal”, cuya pareja protagónica fue compuesta por Diego Luna y John C. Reilly, en los papeles desempeñados por Darín y Pauls. Como era de suponer, la película no tuvo una muy buena recepción. De hecho el mismo Bielinsky siempre declinó referirse en entrevistas a la versión gringa de su obra maestra.
Y es que se pueden hacer muchas versiones de “Nueve Reinas”, pero difícilmente se podrá igualar la cantidad y calidad de elementos que reunía la película argentina. La base era una dupla protagónica con una conexión simplemente extraordinaria. Ricardo Darín, ícono del cine argentino que demostraba una vez más que su trabajo brilla aún más en el género de la comedia. Antes ya había mostrado su versatilidad en “El Hijo de la Novia” (2001), de Juan José Campanella, película que representó al país vecino en la entrega de los Oscar del 2002 (nominada como mejor película extranjera).
Bielinsky quedó tan encantado con el trabajo de Darín en “Nueve Reinas”, que también lo reclutó para su segundo filme, “El Aura”, estrenada el año pasado y que, pese a ser una apuesta totalmente distinta a su primer filme, se convirtió en una de las mejores películas argentinas del año pasado.
El curioso destino quiso que Bielinsky no partiera sin llevarse el reconocimiento por su trabajo en “El Aura”. El lunes 26 de junio, 3 días antes de su deceso se había realizado la ceremonia de los premios “Cóndor de Plata”, entregados cada año por la Asociación de Cronistas Cinematográficos Argentinos. El reconocimiento para “El Aura” se dio en las categorías de película, dirección, actor (Darín), sonido, fotografía y guión, escrito también por el fallecido cineasta.
Justamente ese día lunes, Bielinsky se había contactado con Ricardo Darín, para comentarle del próximo proyecto fílmico que tenía en mente. Todo indica que el director tenía la plena intención de contar nuevamente con él para el rol principal.
Tampoco hay que dejar de mencionar el trabajo de Gastón Pauls, la otra mitad de la súper dupla de “Nueve Reinas”. Si bien Pauls no brilla tanto en la cinta como su compañero, su carácter pasivo e indiferente se complementa perfectamente con la conducta astuta y poco ética de Darín.
Con sólo dos películas realizadas, Fabián Bielinsky se posicionaba fuertemente como una de las figuras claves del nuevo cine argentino. La explosión de éxito que causó “Nueve Reinas” le abrió las puertas de la crítica y el público en un país como Argentina, en donde son especialmente reacios a valorar sus producciones locales.
Detrás de los cineastas argentinos ya consagrados en décadas pasadas, como: Eliseo Subiela, Adolfo Aristarain y Marcelo Piñeyro, Bielinsky se transformó en el autor que proponía el ingenio por sobre cualquier cosa en sus obras. Así fue como se constituyó la producción de “Nueve Reinas”, que sólo se pudo hacer gracias a que su guión ganó un concurso organizado por la productora Patagonik Film Group en 1998, tras haber buscado por más de un año el financiamiento para concretarla.
Nacido el 3 de febrero de 1959, Bielinsky se caracterizaba por combinar un dinámico ritmo narrativo, con una factura técnica atractiva y envolvente. Pero hay que sumar a esto su mayor logro, en su corta pero exitosa filmografía, el de proponer una historia que podría ser ubicada en cualquier país del mundo, pero que tiene su mayor atractivo en desarrollarse en medio de la crisis que por esos días vivía Argentina. Detrás de la historia de dos timadores profesionales o ladrones elegantes (llámeles como quiera), Bielinsky rescataba la idiosincracia tan característica de Buenos Aries, que incluso llegó a molestar a parte del público que consideraba que “Nueve Reinas” no los dejaba muy bien parados.
Las ruidosas bocinas en el epicentro de la ciudad, la jerga argentina a flor de piel, los “hijos de puta” que van y vienen, y que le otorgan esa cualidad de vivacidad y verbo rápido, tan particular que tienen al otro lado de la cordillera, son sólo un valor agregado de la película que lanzó a la fama a Fabián Bielinsky.
De seguro “Nueve Reinas”, de la que ya se hablaba como un clásico del cine argentino, pasará a convertirse ahora junto a “El Aura”, en el legado de Fabián Bielinsky, uno de los cineastas con mayor talento que han aparecido en Sudamérica.
Colectivo Stranger se suma a los homenajes a este realizador bonaerense, que ha partido y que ha dejado a nueve reinas llorando por su ausencia.
Llora Buenos Aires, llora Argentina. Llora Borges, llora Maradona. Llora Darín, llora Pauls. Llora el cine, lloran los amantes del buen cine.

Fabián Bielinsky: "Cuando escribí Nueve reinas, lo hice sin pensar en el público, en la crítica, en si era más o menos comercial. Pero después del estreno, la gente se hizo militante de la película. Decía que le gustaba sobre todo porque era argentina y se reconocía en ella”.

Monday, May 15, 2006

2 años sin Brando, escrito al estilo Brando



En las próximas semanas se cumplirán dos años de la muerte de Marlon Brando. El chico malo Marlon Brando, que el grupo nacional “La Pozze Latina”, homenajeaba en su ultrasonado tema “Chica Eléctrica”. El verdadero rebelde de Hollywood. Sí, hasta cuándo con esa farsa de que James Dean lo es, si no es así. Brando es el rebelde por esencia en la vida real y en el cine, el que mandó a la punta del cerro al mismísimo Kubrick, cuando preparaban el rodaje de “El Rostro Impenetrable”. Finalmente Kubrick se retiró del proyecto y fue Brando quien dirigió.
Dice la leyenda que James Dean admiraba tanto a Marlon Brando que lo llamaba reiteradamente para pedirle consejos. Dean le llegaba al hombro a Brando. Literalmente. En los reportajes del año pasado sobre el aniversario de “Rebelde sin Causa”, se intentaba seguir mitificando la idea de la gran capacidad actoral de Dean y que cómo había llegado a la interpretación desde un pasado tan difícil. Y seguramente se va a seguir con esa sobrevaloración por muchos años más. Pero diablos, pobre Marlon. Él sí que sufrió. Pero bueno, el comentario sobre su vida personal, es sólo para aclarar que él era en verdad quien mandaba a la mierda a todos y no Dean. Dean era un afeminado al que le gustaba que le apagaran los cigarrillos en la espalda (y no es mentira). Y no digo con esto que no tolere a los afeminados, pero no me vengan a hablar de rebeldía y de ícono popular de la agresividad generacional, porque no lo fue.
Pasando a otra cosa, todavía se espera el supuesto DVD en que Brando enseña a actuar. Todavía se espera su segunda aparición en Los Simpsons. Recordemos la primera en donde le decía a Homero: “soy el actor más gordo, pero también soy el mejor”. Lo más cómico es que probablemente Brando no tenía idea quienes eran Los Simpsons.
El cine estadounidense siempre criticado, siempre aborrecido, tiene en Brando a alguien con el que pueden salvarse y no recibir absolutamente ningún dardo. Sí, no me vengan con cosas. No, ninguno mejor que él. Peter O'Toole? No. Anthony Quinn? No. Paul Newman? No.
“Un Tranvía llamado deseo”, de Elia Kazan y la imagen que quedó inmortalizada con Brando con la musculosa sudada, y gritando como loco desde el patio a su sufrida esposa -Stella-. “Nido de Ratas” y la consagración definitiva en manos de un boxeados decadente –Terry Maloy- que termina masacrado por una golpiza. 1966 y el pueblo desenfrenado que propone Arthur Penn en “La Jauría humana”, y nuevamente nuestro querido Brando, ya un poco más gordo, termina sangrando en el suelo. Hago la mención a su gordura, algo que le preocupaba mucho. El símbolo sexual de los ’50 sucumbía ante el mal que aqueja a la mitad de los estadounidenses hoy en día, la obesidad. Murió pesando 130 kilos y con una diabetes que tenía gravemente afectada su vista. Pero de seguro que hasta en esos días antes de morir se creía el mejor.
Entre finales de la década de los ’60 y principios de los '70, mientras lo daban por muerto, se convirtió en Don Vito Corleone, en “El Padrino” (1972). No tengo palabras para alabar su actuación en esta notable cinta. Sólo quiero recordar la escena en que ve el cuerpo de su hijo Sonny Corleone acribillado y ensangrentado a más no poder. Sus palabras: “mira como han dejado a mi muchacho”, con su rostro desfigurado por la pena, es simplemente estremecedor. 1973 y levanta la polémica con “El Ultimo Tango en París”. La escena del llanto en la tumba fue elegida unas de las secuencias mejor logradas en la historia del cine, según uno de estos típicos estudios de revistas inglesas que siempre hacen ránkings de cualquier cosa, y con los que no siempre estoy de acuerdo. En aquella ocasión sí lo estuve.
Nuevamente desaparece del mapa. Sólo hay noticias de él por su gordura y por sus problemas maritales. Pero tenía que llegar el broche de oro (uno más). 1979 y nuevamente Coppola lo elige para una más de sus locuras fílmicas, “Apocalipsis Ahora”. Esta vez era un rol menor en el papel. Sólo eran 25 minutos. Sólo aparecía al final. Sólo con esta película descubrí lo que era el HORROR. Sólo él podía hacer un papel así. Sólo él podía decir que había visto el HORROR con sus propios ojos, cuando tuvo que ver los brazos cortados y amontonados de niños vietnamitas recién vacunados. El HORROR en el cine, y en la vida, lo conocí con Brando.
Desde 1979 hacia sus últimas cintas, lo sumerge la irregularidad. Aún así provoca (y evoca) sensaciones. “Una árida estación blanca” (1989), de Euzhan Palcy lo muestra como un defensor de la discriminación racial. Otras para destacar, a pesar de que para muchos ya estaba muerto, “Don Juan de Marco” (1995) y “El Bravo” (1997). De la primera no importa quien la dirigió, importa que conoció a Johnny Depp y que se hicieron amigos. Tanto así que en el debut del otrora “joven manos de tijera” como director, en “El Bravo”, Marlon Brando aparece con un pequeño personaje viejo y postrado en una silla de ruedas, hablando de la muerte, de las sombras, del poco temor que hay que tener ante aquel estado (¿visionario?).
Brando único, Brando por siempre. Colectivo Stranger homenajea a Brando, el más rebelde, el más polémico, el más infeliz, el más duro, el mejor actor de todos los tiempos.

Nota: Seguimos esperando a quienes se quieran integrar al colectivo. En junio se viene el Relanzamiento. Hoy hemos tenido una reunión en un lugar al que seguramente Marlon Brando nunca fue en vida, y al que nunca irá en el más allá. Provechoso encuentro y diálogo cinematográfico. Saludos a sus protagonistas: Paula, Mario y Alejandro.

Thursday, May 04, 2006

Dedicado al usuario anónimo que nos insultó sólo porque nos gusta Subiela


Cuando tenía 20 años partí a conocer al antipoeta. Llegué a “Las Cruces” y estuve una hora preguntando por su casa. En la peluquería “Ordóñez” me dijeron donde era.
Me presenté ante la que supongo era su chica. Como buena cuidadora de un viejo zorro, me costó convencerla. “No anda de humor, así que sin cámaras, sin grabadoras. Mire, ando hasta con una polera dedicada a él”. La chica se sonrío. Si hubiera sabido lo enojados que estaban los de la tienda de Patronato que, con una paciencia monumental, me pegaron letra a letra esa gran frase “que recorre los cien metros planos en un abrir y cerrar de ojos”, seguro que se hubiera reído aún más.
Don Nicanor me miró y me dijo: “rucio ven”. Yo fui y me volvió a observar un minuto en silencio antes de hacerme pasar. La palabra cine flotó de inmediato. Tenía en la mesa el libro “100 películas que hay que ver antes de morir”. Sí, el mismo que el viejo barza de Lastarria tiene a 18 lucas.
Fue una especie de orgasmo mental cuando me lo mencionó. Al antipoeta le gustaba Subiela. De hecho la relación entre la muerte de “El lado oscuro del corazón” y la puta caliente de uno de sus poemas, tenía algo más que una simple curiosidad.
Por qué hago esta introducción? No sé. Por qué fuimos insultados por un tipo que odia a Subiela? No sé. Por qué ponemos a Subiela en los afiches del colectivo? Porque a nosotros no nos importa quedar bien, o reclutar gente de forma facilista. De seguro que si ponemos una foto de Lars Von Trier la cosa cambia. Me acuerdo en el estreno de Dogville, las pendejas rubias de cachetes colorados con el inconsecuente libro “Dogma 95” bajo el brazo. Me dieron ganas de ser Woody Allen y congelar la escena, y decir un par de cosas. En fin, con Mario hemos analizado el asunto y nos gusta que se odie a Subiela. Así quizás bajan las expectativas y pasa a ser nuevamente un autor under (1).
Para que andamos con cosas. A todos nos apetece tener gustos exclusivos. Con Alejandro parecíamos locos cuando andábamos con una copia de “Dead Man”, (comprada en el lugar más caro para comprar películas en Santiago), para arriba y para abajo, haciendo lobby para que se reanudaran los ciclos de cine en el colegio. Después de la función nunca más volvimos a tener el dominio del ciclo. Pero somos recordados por haber rayado con “el canoso lento ese”, llamado Jim Jarmusch.
Eliseo Subiela tiene alrededor de 60 años. Estrenó este año “Lifting de Corazón”, que lo más probable es que no llegue a Chile.
Sin duda se equivocó en hacer “El lado oscuro del corazón 2”. Pero todos se equivocan. Peter Medak se mandó el cagazo de su vida con “Especies 2” y el hermano de Kaurismaki (Mika) hizo “Alarma Roja” sin otro objetivo que lucrar. Entonces, ¿debemos condenar a Subiela por haber querido ganar un poco de plata? Se vendió Wenders, se vendió Andrei Konchalovsky (Tango & Cash).
Al menos nosotros no tranzaremos. Subiela es un referente del cine argentino y sudamericano. Fue el primero que le dio un tratamiento distinto a las imágenes realistas del nuevo cine latinoamericano. Contrastar colores, como la escena en que Oliverio piensa en voz alta en el río de la plata. Fue el primero en mover la cámara con estilo. Un travelling como culebra espiral en las escenas de Rantés mirando al sudeste. Fue el que se arriesgó con actores desconocidos para resaltar los escenarios físicos por sobre los personajes.
Es el director 100% argentino. El que restaca lo populachero, el puerto, los boleros de María Marta Serra Lima, etc. Seguimos adelante. Somos tolerantes, pero siempre que nos ataquen con fundamento. Si nos vienen encima con mísiles del estilo “Subiela es una mierda porque sí”, la respuesta que daremos será evidente.

Sunday, April 02, 2006

Recolectivando

Retomando la colectividad después de un receso, queremos informar que ya anda dando vueltas por distintos puntos de Santiago, el primer afiche oficial de "Stranger".
Abril es el mes en que retornaremos a las reuniones del grupo. Estamos cerrando la primera etapa de formación del colectivo, así que reiteramos la invitación a los que quieran participar (colectivocine@hotmail.com).
En este primer afiche del colectivo hacemos referencia a modo de homenaje, a 4 autores que injustamente no han sido distribuidos de la forma que lo merecen sus obras en nuestro país. Es por eso que en nuestra iniciativa los proponemos como claros referentes.


Arriba: Aki Kaurismaki (Finlandia) y Jim Jarmusch (Estados Unidos).
Abajo: David Lynch (Estados Unidos) y Eliseo Subiela (Argentina).
En la próxima reunión, retomaremos con Subiela. Cambio y fuera...

Wednesday, February 15, 2006

Colectivando



"Stranger" es un colectivo cuyo objetivo principal es crear una instancia sólida de acción y reacción en torno al cine. Iniciar una plataforma de debate hacia este arte transversal y envolvente, a través de diversos eventos que tengan como eje el diálogo y la discusión de diferentes puntos de vista sobre una obra.
El énfasis a la palabra con el que ha comenzado este proyecto no pretende que nos cerremos al ámbito práctico, entiéndase realización (creación audiovisual). Es más, es una de las metas a concretar en el futuro de este grupo de personas que arrastran una pasión y sensibilidad por el cine.
"Stranger", al mismo tiempo, nace como una alternativa, como una opción para aquellos que sienten que lo que se ofrece actualmente no llena todas las inquietudes del público. Promovemos el fundamento por sobre la destrucción, el aprender y enseñar por sobre alardear de quién sabe más o quién sabe menos.
En fin, este es el comienzo de una colectividad imperfecta, tal como el cine.
NOTA: LOS INTERESADOS EN SER PARTE DE "STRANGER", PARA CERRAR LA PRIMERA FASE DE FORMACIÓN, ENVIAR UN CORREO A: colectivocine@hotmail.com
NOTA (2): La fotografía pertenece a una de las escenas de la película "Basquiat" (1996), de Julian Schnabel, en la que se muestra la unión (por interés claro está) del grafitero Jean Michel Basquiat junto a sus "amigos" en una exposición. Una película poco conocida en nuestro país, pero interesante muestra de la triada, >/caída/auge/caída<, de un tipo que empezó con poco y lo logró todo. Como colectivo, vale la pena rescatar esa idea de unión de grupo, de fusión de mentes. De izquierda a derecha: Jeffrey Wright, David Bowie (particular personificación de Warhol), el gran Gary Oldman y Dennis Hopper.